Aprendí a hacerme fuerte con el dolor...
A veces me encontré sola y tuve que fingir que todo iba bien...
Porque se suponía que yo era una guerrera de esas que no se rinden y aunque así fue, tuve que equivocarme muchas veces...
Antes de darme cuenta que incluso las guerreras también lloran!
Aprendí a reír con el corazón roto y a pelear en batallas de las que nadie se enteró...
Entendí que los héroes con capa no existen y los que son héroes de verdad son aquellos que como tú y como yo, se levantan cada día sonriendo, desafiando a las circunstancias...