Mujer, quierete, amate, valorate y deja de culpar a los demás de tus fracasos y desilusiones. Las decisiones han sido tuyas y de nadie más. Llenate de valor y autoestima, crece como ser humano y supérate. La historia del pasado, sólo es eso: “pasado”, está muerto y enterrado y no tiene regreso posible. El futuro aún no existe, apenas lo estamos construyendo aquí y ahora.
Si tú eres una mujer que vive anclada en el pasado, tu presente se tornará en una vida muy accidentada.
No es bueno estar reciclando siempre en lo mismo, girar alrededor del mismo círculo vicioso de quejas y dolores: “Es que mi esposo es alcohólico y aparte es histérico”, “Es que es un irresponsable y no me da para el gasto”, “Es que me violaron”, “Es que me engañaron”, “Es que me dejaron”, “Es que se burlaron de mí”, “Es que estoy enferma”, “Es que soy muy pobre”, “Es que soy muy torpe”, “Es que no tengo suerte”. Oye, ¿Sabes cómo se llama todo eso?, Esas frases se llaman: Excusas, excusas, excusas, entiéndelo de una vez, o habrás perdido tu tiempo miserablemente.
¡¡Deja ya el pasado atrás!! ¡suéltalo!… deja que se vaya… ¡Atrévete a decirle adiós!
No puedes pasarte la vida tratando de retener todo aquello que no te es útil para nada. Aquello que te estanca en tu progreso, superación personal y te impide crecer como persona. Te puedes pasar años tratando de reconstruir una relación rota y lo más seguro es que te quedes sola, aruñando los techos y paredes de tu vida, añorando el tiempo perdido y diciendo: “Quisiera, quisiera, quisiera, cuánto hubiera querido que fuera”… Pero no fue y punto.
Tampoco puedes darte el lujo de forzar situaciones que sabes que a la larga se convertirán en tu propia trampa, en tu propio martirio, en tu propio infierno. No puedes definitivamente, ser tan ingrata contigo misma, enclaustrándote, encasillándote, sujetándote al ayer, limitándote, negándote a una nueva oportunidad de encontrar tu verdadera felicidad.
¿Qué te juzgarán y te condenarán? ¿Y qué?, Nadie sabe lo que pesa el muerto, más que el que lo trae encima, defiéndete, arrójate, vence tu temor, tu miedo y tu angustia al qué dirán. Nadie hará por ti, lo que tú misma no hagas primero. Hazlo aunque te juzguen y te condenen. Recuerda que si no lo intentas, jamás sabrás de lo que fuiste capaz de lograr.
Además, ¿A quién le importa si tu comes? ¿si tú vives?, ¿si tú tienes qué vestir y calzar? ¿si tú te enfermas? ¡A nadie le importa más que a ti misma!
Por lo tanto; suelta el pasado, arrójalo, despójate de tu inseguridad, de tu trauma de mujer abandonada, burlada, humillada, desprotegida, suelta tu timidez, deshazte de tus resentimientos del pasado o quedarás atrapada, hundida para siempre en ellos.
Si alguien te lastimó, te hizo daño, no correspondió a tu amor, o no te respetó ni te valoró… ¡¡Suéltalo, déjalo ir!! marca tu raya, suelta el ancla, desata amarres y libérate de la esclavitud de todos los recuerdos que atormentan tu razón y tu corazón. ¡Tú vales demasiado!, deja de rogarle, deja de buscarle, apártate, valórate, hazte valer, hazte oír, hazte respetar y respétate a ti misma, primero como mujer.
La mujer no nació para ser esclava, ni para quedarse en un compás de espera eterna, la vida está en constante movimiento y cada día hay más compromisos y más cosas hermosas que realizar con resultados diferentes.
A veces se aferran a las ofensas pasadas, siguen lamiendo las heridas añejas ¿para qué? o ¿por qué?. A ver amigas: ¿Para qué volver a vivir lo que ya les es bastante conocido y saben anticipadamente, que las volverá a hacer infelices?
No es bueno vivir rindiéndole pleitesía a los recuerdos nocivos, tóxicos… en vez de generar situaciones nutritivas que las alienten, las levanten, las llenen de energía, de confianza y valor.
Desatórate, suelta las costumbres, los hábitos, los vicios, los apegos que te hacen esclava de tus propios sentimientos y resentimientos ¿por qué seguir siéndole fieles a un recuerdo del ayer que sólo les produjo daño y dolor? ¿Para qué conservar algo que no les es útil para nada?. ¿Qué sentido tiene que traten de seguir amando a alguien que ni siquiera quiso aprender a amarse a sí mismo?, mucho menos las hubiera amado a ustedes como ilusamente lo pretendieron en el pasado.