Recuerda que lo único más grande que tú, es Dios, los demás somos todos iguales, pero podemos hacer una diferencia si amamos a nuestros semejantes. Si somos capaces de amar, también seremos personas queridas y amadas.
Viviendo de esta forma, haciendo estas cosas, nuestros días serán maravillosos, por el sólo hecho de haber sido bondadosos ya estaremos siendo bendecidos.