Somos sembradores de estrellas sobre todo cuando nos damos cuenta que con una palabra amable, una dulce sonrisa y un delicado te quiero, podemos transformar una noche oscura en una hermosa mañana de LUZ. Nos damos cuenta que podemos sembrar con nuestro amor, paz, alegría y abundancia.
No se requiere de nada, solo de ser felices y contagiar nuestra felicidad a todos los demás.