Con las palabras se puede: jugar, imaginar, poetizar, enseñar, tranquilizar, recordar, soñar, amar, cantar, bromear, reír, disfrutar. Pero también: Mortificar, engañar, mentir, defraudar, ofender, burlarse, llorar, matar.....
Las palabras para nuestro corazón y nuestra alma pueden ser un alimento dulce, pero también un poderoso veneno.