Tu eres hermosa. Eres inteligente. Eres graciosa. Eres amable. Eres única. Eres digna de amor y cariño. Nunca eres demasiado. Y siempre eres suficiente. Eres valiosa. Eres un diamante, una rosa, una perla. La creación más maravillosa de Dios! Eres más valiosa de lo que tú puedes imaginarte. Vales más que los números de la báscula. O que el shampoo que usas, o que los zapatos que calzas. Tu valor es mayor que todas las cosas mundanas porque en los ojos de Dios, tú eres amada. Sin importar quién crees que eres ya sea que modeles en una revista o moldes de cerámica con tu abuela. Ya sea que estés en la lista de las populares o en la lista de las no populares y nunca hayas tenido nadie que puedas llamar amigo. Ya seas que te ames a ti misma y ames tu vida o que no puedas soportar mirarte al espejo y sientas como si todo en tu vida se estuviera desmoronando. Ya seas una ganadora o sientas que eres el fracaso más grande. Sin importar quién crees que eres, la realidad es que tú mereces toda la felicidad de este mundo. Porque tú eres poderosa, fuerte y capaz, y dentro de ti, de cada una de ustedes, hay una mujer con todo el poder y fuerza y capacidad de cambiar el mundo. Y tu responsabilidad es encontrar esa mujer y liberarla. Esto es quien tú eres! Y cualquier voz en tu mente que trate de decirte algo diferente, no la escuches. Y la próxima vez que la oigas, esto debes decir: Yo soy una hija de Dios, querida, amada y adorada por sobre todas las cosas por el Creador de todas las Cosas. Yo soy grandiosa!
Y por favor, no te olvides de esto!.