Te entrego todas mis cargas, todo eso pesado que no me deja vivir en plenitud, quiero ir a la cama confiado en que Tú me arropas en tu amor y que llevas las cargas por mí. Bendito seas, mi amparo, mi refugio, en quien confío, el Señor que me libera y que me demuestra su amor en cada una de mis situaciones. Una alabanza gigantesca para Ti, quisiera que siempre estés llenándome, acompañándome, protegiéndome y consolándome.
Me mantengo firme, porque creo en Ti, porque sé que abrirás caminos, que me llenarás de todo lo bueno que tienes.
Estoy convencido de Ti y sé que Tú lo estás de mí, por eso te doy gracias y voy a actuar conforme a tu confianza.
Gracias por todo lo que me has dado, por todo lo que me darás, porque sé que es bendición para mí. Te amo y confío en Ti. Amén