No hay mal que dure 100 años

 

A veces no queremos ni nos apetece hablar con nadie, nos aislamos en nuestra burbuja imaginaria e intentamos buscar una solución a esa pena, tristeza, 
falta de motivación y desesperanza que se apodera de nuestro yo. Somos humanos y como tales, esos sentimientos afloran un día, sin saber por qué, pero ahí están, tenemos y debemos que lidiar con ellos. 
Eso no significa que dejemos de querer, apreciar y valorar a los seres queridos que pertenecen a nuestro mundo, pero, nuestro mundo, se desmorona y debemos recomponerlo para volver a ser la persona de siempre. Si no estamos bien con nosotras mismas, no podemos ofrecer nuestra mejor parte a los demás.
No te sientas mal por ello, es parte de la vida y cada cual, recompone sus pedazos de la forma que crea más correcta porque lo correcto, es no dejar de ser tú misma, le guste o no. Si estás pasando por esta situación, ánimo porque, como dicen por ahí...
"No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista"

Nunca se enamoró de mi

 

Los golpes más fuertes

 

Así me siento mejor

 

Así me siento mejor.
Así me siento mejor, no tengo quien me espere en casa, ni quien me de los buenos días, no tengo quien caliente mi cama por las noches ni quien me despierte con un beso. 
Salgo sola: al cine, a hacer las compras, al parque o a un cumpleaños. No extraño a nadie y tal vez la gente dirá "pobre chica" qué sola está" pero ellos no saben que sí, llegué a estar y sentirme tan sola cuando compartía mi vida con el hombre que jamás me dedicó un poco de su tiempo.
Así me siento mejor, me siento en paz, tranquila, el ambiente a mi lado ya no se siente pesado y les puedo decir que definitivamente no siento esa soledad que por muchos años llegué a sentir cuando tenía a alguien a mi lado, porque la soledad llega a calarte más cuando estás en compañía, pero te hacen sentir invisible. 
Así me siento mejor... Sola y sin ningún hombre a mi lado. 
 Silvia Díaz 

¿A quién le reclamo?

 

¿A quién le reclamo?

¿A quién le reclamo esté amor que a pesar del tiempo aún se mantiene con vida en mi alma?  

No sé dónde buscar respuestas a mi eterno dolor.

No puedo con el mundo que solo me trae los recuerdos de tu amor.  

Nadie puede escuchar las veces que grito tu nombre desde mi corazón.

¿A quién le reclamo? si el viento pasa por mi lado y no lo puedo detener.

¿A quién le reclamo? si el agua corre sin rumbo y sin fin.

¿A quién le reclamo? A la vida... 

A esa misma vida que me hizo entregarme a ti.  

¿A quién le reclamo? sí por más que intento no logro olvidar lo que contigo ayer viví...

Madeline Vera Ramos

Rutina y monotonía

 

Tengan todo un bonito fin de semana

 Mi gran acto de magia ha sido un gran acto de FE Mantenerme de pie ocupando una fuerza que no sabía que tenía y colocar una sonrisa en mi boca con una alegría a préstamo, concedida por la vida a pagar en no tan cómodas cuotas luego.

Mi gran acto de magia ha sido aprender a andar en las oscuridades más profundas sin hombros ni pechos en los cuales sostenerme, apoyarme o descansar. Vagar sola por mí mente, tener miedo de mí misma, de mis sombras, de los hilos con los que el temor me sujetaba.

Mi gran acto de magia ha sido salir entera de lugares y personas, de vidas en las que me hice añicos, de brazos en los que fui amada y herida, amé y lastimé. La hazaña de mantener la calma, de no desbordarse o la liberación de soltar todo y hacerme cargo de los daños.

Mi gran acto de magia es hacerme creer que lo he aprendido todo, que puedo con esto y con aquello, que soy la maga de esta función donde los trucos nunca terminan, donde el poder de asombro nunca acaba, donde el aplauso me lo doy yo sola en la almohada por haber vivido un día más.

Mi gran acto de magia es amar, aceptar, soltar, perdonar, son todas aquellas cosas que aún no logro perfeccionar, pero lo intento. Es creer, creer en todos y en mí. Mi gran acto de fe es quererme y soportarme, es escucharme, es no estar de acuerdo con mi renuncia, nunca. 

La magia es vivir