google.com, pub-5586298736741103, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Sueños de Amor Y Magia

viernes, 18 de marzo de 2022

El peor día de un luto


 

Sigamos creyendo en la gente con alma pura

 


- No puedes hacerlo. 
- Eres una mediocre 
- Todo dejas a medias
- Jamás lo lograrás. 
- Eso no es para ti. 
- Falta un signo de puntuación.
- Tus palabras me ofenden. 
- Eso no va a funcionar. 
Aléjate de personas grises, personas toxicas, personas que te robaran el color. La envidia es aquello que se lleva en el corazón porque creen que les falta tener logros personales. 
Es raro, a veces no entiendo porque la gente trata de minimizar los logros de alguien y en especial si es de personas cercanas. 
En la mayoría de los casos se prefiere a alguien que no conocemos que a nuestros amigos y familia.
En mi vida he aprendido que quien te lastima te hace más FUERTE, que quien te critica te hace más IMPORTANTE y que quien te envidia te hace más VALIOSA. 
La envidia existe y la mayoría de las veces es divertido ver a quien te critica desde lo más alto porque a pesar de los obstáculos siempre trabajamos con la mejor actitud esperando lo mejor y cuando esperamos lo mejor, siempre sucede. 
Muchas de las veces nos encontramos con personas que se creer superiores, son personas que siempre están enseñadas a lograr todo gracias al facilismo. 
Tú nunca te sientas inferior a nadie porque hasta la lluvia que viene de lo más alto termina cayendo a nuestros pies o los huracanes que por más devastación que causan, terminan desapareciendo. 
Lo más seguro es que la gente que envidia no hace ningún esfuerzo por superarse, ya quisiéramos que envidien a una persona por tener una enfermedad terminal o a quien está en sus últimos días. 
Para quien te envidia jamás existirá la calma, su vida está llena de caos. Batallas que jamás podrán ganar porque su mundo necesita una revolución total. 
Llámenme loca, pero yo me lleno de algarabía cuando alguien es feliz y tiene éxito. La vida es un viaje corto, no una competencia.
Sigamos creyendo en la gente con alma pura, gente buena. 

Promesas de Dios


 

Hermoso día

 

Confieso que no siempre será fácil despertar y mucho menos lo será ponerse en pie.  Es simple, no todas las madrugadas me llevan al sueño y no siempre encuentro la paz necesaria para conciliar mis ideas y mis deseos.
En ocasiones, y muchas más de las que quisiera, me enredo en mis propios sentimientos. Me confunde la idea de unos ojos bellos, la sonrisa de unos labios frescos, las palabras que invento y que generalizo, entre los miles de intentos por descubrir algo que, quizá solo para mí, se llama felicidad.
Algo tan imposible como absurdo. Tan sencillo como intentar alcanzar el cielo con las manos. 
Me veo oculto en unos ojos. Ojos que solo me miran desde la pálida fantasía de unas fotografías. Y sigo sin saber si es a mí a quien ella mira, si alguna vez me piensa o si por alguna extraña razón, por coincidencia o culpa del destino, habrá descifrado las notas que, de cuando en vez, le he dejado escritas por todas partes.
Creo que despertar es cada día más difícil y principalmente cuando no se ha podido dormir. Cuando las horas me llenan la cabeza con tantas ideas. Cuando, de manera inútil, me veo planteando la posibilidad de toparme con ella en cualquier esquina mientras camina por mis sueños, cada vez más despierto.
Qué absurdo puede ser todo. Y digo todo sin pensar que, lo que hoy es todo, mañana posiblemente será nada, solo una mueca cruel del recuerdo.
Así que despertar no es una opción... Nunca lo podrá ser, si para cuando lo haga, ya ella no estará más en mis ojos, ni en mis manos frías que se la inventan, ni tampoco en mi piel, agotada de tiempo, que la extraña.
Amanece como una simple consecuencia de mis tímidos anhelos; como el resultado de la vida que se aleja de mis pasos. Amanece sin poder evitarlo...
Amanece para que una vez más, sin motivo y sin razón aparente, vuelva el sol a quemarme los ojos y para que la lluvia regrese y me inunde de llanto el horizonte de su ausencia. 
Amanece, sí, y ya estoy buscando la noche, la más oscura de las horas, para ocultarme de un mundo vacío, más y más vacío sin ella. Vacío de sus ojos, vacío de sus manos y de esa sonrisa eterna que camina en mi cabeza y que derriba mis fuerzas para ponerme de rodillas ante el ara de su altar.
Ya es tarde, el sol va quemando los restos de la mañana, el viento se lleva lejos sus cenizas blancas... Y yo aquí, en mi lecho de muerte, no dejo ni dejaré, más nunca de pensarla.
-Jorge Daniel

jueves, 17 de marzo de 2022

La paz sea contigo


 Algún día todo terminará,

por ahora,

al menos intenta vivir.

Porque el dolor en el alma

que ahora sientes, pasará;

la angustia del llanto

y la desazón por lo que crees

que te hace falta,

también han de acabarse.

Recuerda que el miedo a salir de casa

no evitará que otra vez llegue la noche

y que de nuevo vuelvas a sentirte

completamente solo.

Pero no existe nada humano

que sea eterno.

Algún día todo terminará

y finalmente, descansarás.

Así que ahora vive...

Ama. Persiste. Lucha.

Grita. Viaja. Ríe. Llora.

Besa. Sueña. Juega. Canta.

Y procura hacer todo aquello

que creas que no puedes

y que te mueres por lograr.

Somos solo un instante,

una vela que al encenderse

brillará hasta consumirse toda.

Las penas y las angustias

quedarán como herencia

para los que sigan caminando.

Ama

y perdona todo lo que no hayas

podido llegar a amar.

Mereces ser feliz,

abandona los lastres del pasado.

Necesitas olvidar,

tu mente no es un baúl

para conservar lo que no tienes

pensado volver a pasar.

Vive para ti y por ti,

y todos aquellos a quienes amas,

sentirán el brillo de tu alma

reflejado en su rostro,

iluminando sus sonrisas.

Vive, por favor, vive,

que ya luego llegará el momento

para descansar.

-Jorge Daniel


Jesucristo estará cada día de tu vida


 

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