No busco nada raro. Solo a alguien que sienta que se le cae el mundo si discute conmigo y me abrace tirando su orgullo, que me haga enloquecer, que alargue cada una de nuestras despedidas 10 minutos más y que quiera comerme a besos,
alguien que me haga reír hasta llorar y que me haga reír cuando no pueda dejar de llorar.