Ojalá tuviera siete vidas como un gato,
y seis las pasara aprendiendo de mis errores.
Y la vida que me queda no la malgaste tropezando, por ponerle a mis sueños tacones.
Ojalá bastase la chispa que brilla en mis ojos para iluminar la noche
y así descanse la Luna entre mis brazos,
mirando ensimismados como pasan las estrellas fugaces.
Creo que sueño demasiado y vivo tan poco...
que estoy a dos lágrimas de emborracharme.
He decido volver a contemplar el mar,
así quizás encuentre la paz,
y mis risas vuelvan con las olas.
Vuelve a caer la noche
y mis lágrimas la levantan.
Pero esta vez son de felicidad,
porque solamente sintiéndome feliz;
consigo ser invencible.
Ramón Martínez Pastor
y seis las pasara aprendiendo de mis errores.
Y la vida que me queda no la malgaste tropezando, por ponerle a mis sueños tacones.
Ojalá bastase la chispa que brilla en mis ojos para iluminar la noche
y así descanse la Luna entre mis brazos,
mirando ensimismados como pasan las estrellas fugaces.
Creo que sueño demasiado y vivo tan poco...
que estoy a dos lágrimas de emborracharme.
He decido volver a contemplar el mar,
así quizás encuentre la paz,
y mis risas vuelvan con las olas.
Vuelve a caer la noche
y mis lágrimas la levantan.
Pero esta vez son de felicidad,
porque solamente sintiéndome feliz;
consigo ser invencible.
Ramón Martínez Pastor