Aprendí que es mejor no desear el mal a nadie, porque la vida siempre se encarga de darle a cada quién su merecido.
Ya no estoy en edad para estar con gente que no sabe lo que quiere. Ya no tengo energía para amores sin sentido,
interacciones forzadas o conversaciones hipócritas e innecesarios. Me dijeron que era una persona peligrosa.
Les pregunté porqué y su respuesta fue: "Porque no necesitas de nadie para hacer las cosas o ser feliz feliz.
Yo simplemente sonreí. Ahora ya no me enamoro de cualquiera, y no pierdo mi tiempo con cualquiera, no me gusta cualquiera,
no me motiva cualquiera, ahora soy muy selectiva. Un brindis porque nosotras con el paso de los años maduramos
y nos hacemos mas FUERTES.