Y entonces te descubres olvidada,
abandonada, postergada,
hasta un tanto ignorada,
pero no por nadie sino por ti misma...
¿Cuándo dejaste de escuchar tu voz,
y el sonido de afuera hizo más peso?
¿Cuándo te metiste en ese molde que no era el tuyo?
porque tú no cabes en un molde,
tú eres libre y eres tuya.
¿Cuándo empezaste a necesitar hacer o a necesitar tener,
en lugar de abrazar quien eres?
Limpia el polvo de esa sonrisa única,
¡Así !
rescátate...
una parte de este universo es sólo tuya, ahí donde estás ahora,
ahí donde tu corazón se expande.
Ahí donde te ves hermosa cuando te amas,
cuando te entregas a la vida sin dejar de ser tú,
cuando desnudas tus cicatrices
y las ves como una bella expresión del vivir.
Ahí donde puedes
armarte a tu gusto
y no al de nadie más.
No hay recetas,
no hay más voz que la de adentro.
Ahí donde te disfrutas,
y puedes decirte bajito:
¡Qué bueno que volviste!
— ZàiL
abandonada, postergada,
hasta un tanto ignorada,
pero no por nadie sino por ti misma...
¿Cuándo dejaste de escuchar tu voz,
y el sonido de afuera hizo más peso?
¿Cuándo te metiste en ese molde que no era el tuyo?
porque tú no cabes en un molde,
tú eres libre y eres tuya.
¿Cuándo empezaste a necesitar hacer o a necesitar tener,
en lugar de abrazar quien eres?
Limpia el polvo de esa sonrisa única,
¡Así !
rescátate...
una parte de este universo es sólo tuya, ahí donde estás ahora,
ahí donde tu corazón se expande.
Ahí donde te ves hermosa cuando te amas,
cuando te entregas a la vida sin dejar de ser tú,
cuando desnudas tus cicatrices
y las ves como una bella expresión del vivir.
Ahí donde puedes
armarte a tu gusto
y no al de nadie más.
No hay recetas,
no hay más voz que la de adentro.
Ahí donde te disfrutas,
y puedes decirte bajito:
¡Qué bueno que volviste!
— ZàiL