Los hombres golpeadores son un gran peligro, porque casi nunca cambian. Puede que pidan perdón, que lloren arrepentidos, pero eso no cambia nada. 
Apenas se descontrole o se emborrache, lo volverá a hacer. Por eso, la denuncia y alejarte lo más que puedas es el único camino. 
Porque nadie tiene derecho a hacerte sufrir!
