La piel, de no rozarla con otra piel
se va agrietando...
Los labios, de no rozarlos con
otros labios se van secando...
Los ojos, de no mirarse con otros
ojos se van cerrando...
El cuerpo, de no sentir otro cuerpo
cerca se va olvidando...
El alma, de no entregarse con toda
el alma se va muriendo.