Sólo el dolor hace crecer, pero al dolor hay que enfrentarlo directamente; quién se escabulle o se compadece está destinado a perder. El corazón del hombre es como la tierra, una mitad iluminada por el sol y otra en la sombra. Ni siquiera los santos tenían luz en todas partes. Vivir es tener conciencia de esto, saberlo, luchar para que la luz no desaparezca derrotada por la sombra.
Hasta mañana,dulces sueños.