Quédate con quién vea tus heridas y en vez de salir corriendo se quede a curarlas.
Quédate con quien esté dispuesto a romperse si con eso evita que tú acabes rota.
Quédate con quién te quiera con hechos y no con palabras.
Quédate con quién te cuide y cuida a quien se quede.