Cuando era pequeño,
en navidad, le preguntaba
a mi madre.
" qué regalo te gustaría recibir?".
Y ella me respondió: "la salud y
que el año que viene no falte nadie".
Como cualquier niño le decía.
"no mamá, un regalo de verdad".
Hoy me doy cuenta de la razón
que tenía, porque los regalos no
significan nada si las
sillas están vacías.