No te voy a decir lo que tienes que hacer, porque no soy nadie para ello.
Pero quiero dejarte algo claro: no dejes nunca de ser tú.
Quiero que sepas que cuando alguien te cambia, hace que no seas la misma, que dejes de hacer cosas que hacías, que dejes de llevarte con gente que te llevabas, que dejes de actuar como antes actuabas, no es la persona correcta. Y aunque en ese mundo ciego en el que ahora vives pienses que sí, es que no.
Cuando alguien nos quiere de verdad, nos respeta y nos acepta tal y como somos, y no deja, nunca, que cambiemos. Y si es así, siempre que sea porque queremos, y para mejor.
Te vuelvo a repetir que no soy nadie para decirte lo que tienes que hacer, y que seguramente yo no tengo ni idea de nada, pero he elegido este día para decirte que sigas siendo tú, que no cambies y, sobre todo, que no te cambien.
Es sólo un consejo.