No tienes que pedirle a nadie que te diga cuánto le importas. Las personas deben ser libres de demostrar lo que sienten, para que puedas sentirte libre de etiquetarlas por lo que te han dado libremente o que deliberadamente no te han dado.
No todo el mundo merece tenerte cerca. Y está en no pedir nada cuando puedes ver al final de tu brazo, que otra mano, que no sea la tuya, te está apretando. Así que , créeme si te digo , que no tienes que pedir nada, quien te quiere no necesita que lo hagas. Ya está contigo, junto con tus silencios. Está contigo porque no quiere estar en ningún otro lugar en el mundo que no sea tu abrazo.