Pedimos fuerzas... y Dios nos da dificultades para hacernos fuertes.
Pedimos sabiduría... y Dios nos da problemas para resolver.
Pedimos prosperidad... y Dios nos da cerebro y músculos para trabajar.
Pedimos coraje... Y Dios nos da obstáculos para superar.
Pedimos amor... Y Dios nos da personas con problemas para ayudar.
Pedimos favores... Y Dios nos concede oportunidades.
Parece que no recibimos nada de lo que hemos pedido... pero recibimos todo lo que necesitamos.
Vivamos la vida sin miedo, enfrentemos todos los obstáculos e intentemos superarlos. La ayuda de Dios no nos faltará porque todo eso forma parte de su plan misericordioso sobre nosotros.Con el tiempo… aprenderás que las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran.
aprenderás que el sol quema si te expones demasiado, y aceptarás que incluso las buenas personas pueden herirte alguna vez y que sólo necesitas perdonarlas…
Aprenderás que compartir puede aliviar los dolores del alma. Descubrirás que se tarda años en construir la confianza y apenas unos segundos en destruirla y que tú también puedes hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta de que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.