SEMBREMOS PAZ Y CON ALEGRÍA.
Aquel que siembra vientos recoge tempestades y quien sembrase paz, mucha recogería, como a aquel que es alegre le sigue la alegría y sobre esto aseguro que son meras verdades. Debemos complacer a nuestras amistades, procurando ante todo que no falte ni un día en que por donde estemos todo el mundo sonría y derrochando humor en grandes cantidades. Hacerlo no es difícil, como pensamos todos, incluso lo decimos, mas luego no lo hacemos y así se pasa el tiempo sin llevarlo a la práctica. Da pena que no usemos nuestros mejores modos sabiendo con certeza, porque sí lo sabemos, que para ser felices, tal sería la táctica.