Que es de sabios saber cuando hablar y cuando callar. Que las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca. Que hay un lugar en el corazón donde habita la esperanza y es en ese lugar de nuestro corazón donde encontramos el calor necesario para sufragar las noches solitarias de recuerdos y desengaños que aún hay esperanza. Que si hacemos y vivimos de acuerdo a nuestro corazón.
Si damos lo mejor de nosotros cada instante de nuestra vida. Si amamos des-interesadamente.