Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda.
Respira con la confiada profundidad, con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún.
Quédate quiet@, en silencio, y escucha a tu Corazón.
...Y cuando te hable, levántate y vé donde él te lleve.
Respira con la confiada profundidad, con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún.
Quédate quiet@, en silencio, y escucha a tu Corazón.
...Y cuando te hable, levántate y vé donde él te lleve.