El amor por Internet
funciona con un corazón real,
nuestros corazones no están programados
no son circuitos de fibra óptica,
son auténticos y sienten de verdad.
El amor por Internet
se llena al saber que
pese a la dificultad y la distancia
el amor es recíproco.
E igualmente te resquebraja el
corazón, al saber que tanto sacrificio
no tuvo premio.