Me cansé de esperar al olvido,
ese que libera la esclavitud del pensamiento,
el que convierte en cenizas la agonía a fuego lento.
Me cansé de esperar … no llegó
Entonces … salí a buscarlo y pedirle cuentas por tan letal demora, por las noches perdidas, por los días amargos, por las lluvias de sal sobre mi rostro, por la ausencia de sol en mis ojos.
Lo encontré…
ahí estaba, siempre estuvo en lo más alto de mi ser … en la razón.
No lo vi, me cegué.
Preferí flagelar mi alma con el dolor del abandono y era tan fácil, pero no vi, no quise ver.
Y aquí estoy … lo encontré le reclamé … me sonrió.
Y entendí que todo estaba en mí.
Entonces de mis propias cenizas resurgí,
levanté el vuelo, respiré paz, irradié luz
por decisión, ya nunca más por espera.
Porque salí a buscar al olvido … y lo encontré.
Créditos a quien corresponda