google.com, pub-5586298736741103, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Sueños de Amor Y Magia

jueves, 19 de mayo de 2022

Oración a Dios


 

Sentir decepción.

 


Nada lastima, envenena, enferma, como la decepción.
Porque la decepción es un dolor que siempre deriva de una esperanza perdida, una derrota que siempre nace de una confianza traicionada, es decir, del giro de alguien o algo en lo que creíamos. 
Y a sufrirla te sientes engañado, burlado, humillado.

No dejaré de ser como soy


 

miércoles, 18 de mayo de 2022

Muy buen día para todos



Amado Dios, en este nuevo día me despierto con muchísima alegría para darte gracias por el milagro de la vida, por todo aquello que me rodea, por la familia que me acompaña y por todas las bendiciones con las que Tú colmas mis días. Gracias también porque me permites mantener la fe y ser feliz a pesar de las dificultades y gracias porque con este nuevo despertar mi espíritu se llena de esperanzas. Mi propósito de hoy es hacer el bien sin dudas ni angustia. En este nuevo día me permitiré la dicha de vivir plenamente y cumpliré con todas mis obligaciones con amor y alegría, entregando a cada momento lo mejor de mí, porque sé que los grandes triunfos se obtienen a través de grandes esfuerzos. Señor, te pido que nunca te apartes de mí, pues mis victorias y mis alegrías solo serán completas si Tú estás a mi lado. Por favor tómame de la mano y ayúdame a avanzar por el pasaje de la vida. Muéstrame el buen camino, te suplico que me lleves por sendas de regocijo y prosperidad, que apartes al enemigo mal intencionado de mi vera y que me permitas tener un corazón lleno de amor. Todo lo bueno que haga en este día te lo quiero ofrecer a Ti, padre celestial. Te pido también por mi familia. Por favor cúbrenos con tu hermoso manto de luz, de amor y de protección. Permítenos alcanzar nuestros anhelos, también nuestros propósitos y al llegar la noche concédenos la dicha de reencontrarnos en nuestro hogar para dar testimonio de tu infinita bondad. Amado Dios, te invito a que habites con nosotros en nuestro hogar. Hoy exclamo con fe que en este nuevo día todo me saldrá bien y mi jornada estará llena de dicha, de bendiciones y de prosperidad, porque Dios está conmigo y donde está Dios no falta absolutamente nada, Amén...
Hacer esta oración con esperanza y alegría te permitirá acercarte a Dios para poner en sus manos tu día, tus anhelos, tus obligaciones y también la vida de tu familia, pues Él es bueno, bondadoso y siempre cuidará de ti y de los tuyos. Vive tu  vida con ilusión, alegría y esperanza, pues Dios está contigo y donde Él está habrá luz, prosperidad, conquistas y bendición, Amén.

A esas verdaderas amistades


 

Mirar siempre adelante


 

Gran Jueves


 “Priorizarse, qué difícil tarea.
Cuidarse, ese hábito que tanto se necesita ejercitar. 
Elegirse, tarea que conlleva reflexión minuta a minuto, día a día. 
Ese idioma que sólo conozco yo misma, que sólo descubro yo misma. Sí, aprendo sobre mí a partir de mis vínculos, pero el laburo de rearmado lo hago yo día a día, paso a paso, respetando el proceso, aceptando el dolor de las pérdidas, entendiendo que cada elección y decisión que tomo implica resignar algo, y eso que elijo tiene que ver con lo que resuena hoy con mi presente, con lo que quiero y considero sano para mí y para los vínculos. 

No es tarea fácil elegir y hacerse cargo de lo que uno elige, porque justamente implica que algo queda afuera, pero es lo que es, no hay mucha vuelta, o al menos creo que para reconstruirse uno tiene que juntarse a pedacitos y también incorporar nuevos pedacitos que hacen a la transformación inexorable de crearse y reinventarse una vez más. Y no bajo ilusiones o idealizaciones sino en función de la realidad y la esencia de las cosas. Ir ahí, a ese lugar, tocarlo, aunque duela, aunque me resista. Tocarlo y avanzar. A mi tiempo, respetándome, cuidándome, comprendiéndome y abrazándome en todo momento.
Elegir, qué tarea más difícil. Y a la vez que sensación más compleja. A veces no se puede elegir, y el tiempo y el proceso acompañan la inercia de dejarse ser y entender que sólo el tiempo sana y ayuda al rearmado. No apurarme, no exigirme, hacer lo que puedo y abrazarme. Ser sincera, exponer mi vulnerabilidad si es necesario, respetándome y escuchándome. Porque la realidad y el tiempo ordenan, y ahí la transformación puede tener lugar. 
Y ahí vamos... reconstruyéndonos o intentando hacerlo”.
María Luz Pilheu

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