Detrás de una computadora

Detrás de una computadora hay una persona humana, que siente, que sufre, que ríe y que llora...

Trátala como si la tuvieras delante de ti, pues si no puede verte, pero puede sentirte

Este medio es real, aunque distante... Pero acerca a las personas

mucho más de lo que te imaginas.

No soy de medias verdades

Yo no soy de medias verdades. 

La gente o me gustan, o no. 

De nada me sirven las sonrisas perfectas si las miradas son falsas.

No siempre es fácil ver los colores reales de alguien, a veces tienes que mirar debajo del barniz para encontrar un frágil ego, debes ignorar el brillo de una joya para saber que es una copia, debes sacar la verdad de la oscuridad para ver la belleza de una sonrisa, 

si la gente esconde su verdadera naturaleza todos los días y tristemente nos damos cuenta cuando ya es tarde.

Un día me dijeron

Un día me dijeron.

Nunca dejes ir algo que verdaderamente amas.Y me hizo

pensar,¿qué pasa si ese algo no quiere permanecer a mi lado?

¿Que pasa si lo que verdaderamente amo,no me ama?.

¿Y como no dejar ir algo que ni siquiera me pertenece?.

El fracazo

El fracaso derrota a

 los perdedores e inspira 

a los ganadores.

Seamos parte de esos ganadores.

Sabes a amor, a mi amor.

Sabes a silencio y a sueños,

con melodías de ternura

y tacto de deseo,

sabes a mi mundo,

a todo lo que anhelo,

sabes a amor, a mi amor.

Mantener la llama del entusiasmo

"Mantén siempre encendida 

dentro de ti la llama del entusiasmo, 

pues la vida solo tiene encanto

 para quienes gustan de ella."

A medida que pasan los años

A medida que pasan los años descubrimos que si tan sólo los seres humanos lucháramos para ser personas de bien,

 con grandeza en el corazón y el alma, este mundo que nos trae de cabeza,

 sería mucho mejor. También he aprendido que damos valor a lo que no lo tiene, 

y las cosas importantes las dejamos de lado. La vida te enseña que no es mejor persona el que todo lo tiene, sino el que es bondadoso de corazón. Todos buscamos ser amados y apreciados,

 y al no conseguirlo caemos en el error de comprar el cariño de los demás.