Madurar es volverme responsable de mi vida. Así dejo de culpar a otros por lo que hago mal, y puedo cambiar para volver a escribir mi historia. Al fin descubro que
SI YO NO ME AMO,
SI YO NO ME RESPETO,
Y SI YO NO ME VALORO, nadie lo hará por mi, y siempre me van a lastimar, porque yo lo permito.
Al fin tomó cuenta de mi vida, dejo de ser la víctima, decido vivir en paz, y me doy permiso de ser feliz.
Lindo Martes,Dios les bendiga.