¿Cuánta amargura, se necesita para que se convierta en diabetes?
¿Cuánta soledad, rencor o insatisfacción se requiere para manifestar un cáncer?
¿Cuánta ira, se precisa para que se convierta en gastritis?
¿Cuántas emociones no digeridas necesitas, para que se convierta en problemas estomacales?
¿Cuántas palabras no dichas y guardadas te has callado, para que se transformen en problemas en tu garganta o tiroides?
¿Cuántas insatisfacciones, son necesarias para que se originen las infecciones?
¿Cuánta falta de amor, se requiere para que se genere una dermatitis?
¿Y cuál será la dosis de abandono, para la obesidad?
Toda emoción o sentimiento mal canalizado causa una enfermedad y despierta un patrón repetitivo emocional en deterioro.
¿Cuánto tiempo más quieres esperar para resolver eso que es importante resolver en tu vida?
En dónde está tu límite para decir ¡ya basta!
Y tomar acciones reales, concretas, para cambiar esa historia que te lleva al hartazgo de tu vida.