Nunca hay que dejar de intentarlo. Nadie dijo que las metas se logren a la primera, ni que el hecho de no lograr tu objetivo en el primer intento signifique que nunca lo conseguirás. Si no sale… saldrá. Y si no, improvisa un plan.
La vida no espera por nadie, pero a veces, te soluciona los problemas sin pedirte nada a cambio. Te empuja amablemente por la espalda y te invita a vivir.
Porque aún queda mucho por hacer.
Porque cada día cuenta .