Alguien dijo que la felicidad empieza cuando ya no tenemos nada que defender ni que perder,
y tampoco nada que ganar ni esperar. La frase "ya nada espero", que suena tan desesperada,
puede ser el escalón que nos eleva a la dicha verdadera.
google.com, pub-5586298736741103, DIRECT, f08c47fec0942fa0