Deja que todos se alegren con la simpatía y belleza de tu cara sonriente.
Cuenta, si puedes el número de sonrisas, que has distribuido entre los demás cada día; su número te indicará cuántas veces has promovido contento, alegría, satisfacción, ánimo, o confianza en el corazón de los demás.
Estas buenas disposiciones, siempre son el principio de obras generosas y actos nobles.
La influencia de tu sonrisa obra maravillas, que tu ignoras.
Tu Sonrisa puede llevar esperanza y abrir horizontes a los agobiados, a los deprimidos, a los descorazonados, a los oprimidos y a los desesperados.
Tu Sonrisa puede ser el camino para llevar las almas a la fe.
Tu Sonrisa puede ser el primer paso que lleve al pecador hacia Dios.
También Sonríe le a Dios.
Sonríe a Dios, mientras aceptas con amor todo lo que
El te manda y merecerás la radiante sonrisa de Cristo fija en ti con especial
amor por toda la eternidad.