Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas,
aunque tu mente sienta necesidad humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío poco, a poco,
no les rompas las alas que son de fantasía,
déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños, y con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento,
susurrando te contarán secretos
que para ti han guardado y sentirás el cuerpo,
con caricias bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños, que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
Mario Benedetti