Amigos como tú y yo
volverán a encontrarse
por cualquier inventado rincón
que el instante desanden.
Tal vez otra mañana de sol
cierta o imaginada
con muy poco brillo en la voz
y añeja la mirada;
pero amigos como tú y yo
conocen la llamada.
Amigos como tú y yo
volverán a acercarse,
subirán al celeste escalón
sin apenas tocarse.
Despertarán al duende patrón
de las cosas perdidas
reclamándole olvido y adiós
para las despedidas;
porque amigos como tú y yo
desbordan lejanías.
Amigos como tú y yo
volverán a juntarse,
la distancia propicia, un olor
que ni el tiempo deshace.
Compartirán más tarde el sabor
a domingo y nostalgia
y mantendrán a punto el vapor
para las añoranzas:
Y es que... amigos como tú y yo
son milagros del alma.