No te rindas aunque sepas que no puedes ganar.
No te rindas a pesar de las trampas que hay,
No te rindas aunque el mismo cielo pareciera caer.
No te rindas aunque las cadenas no quieran ceder.
Tan solo no te rindas...
pues la única derrota real ocurre cuando bajas los brazos y te dejas caer.