Después de algún tiempo aprenderás
la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma,
y aprenderás que amar no significa apoyarse,
y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos,
ni regalos, ni promesas....
Comenzarás a aceptar tus derrotas con la
cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño
y no con la tristeza de un adulto y aprenderás
a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno
de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene
la costumbre de caer en el vacío.