Si no quieres una pareja infantil, evita ser su “madre” en la relación. Sé su igual, respetándose.
Si no quieres amores abusivos, nunca seas víctima.
Empodérate. Haz lo que necesite tu alma.
Las relaciones buscan compensarse energéticamente, buscan equilibrarse.
Quienes somos atrae como un imán a la otra persona, y viceversa.
Y, como todos los espejos, sirven para poder mirarnos en ese reflejo y entender que sólo necesitamos aprender a amarnos y a cuidarnos.
No puede haber verdugo sin víctima, ni sátiro sin ninfa.
En ti está la llave.
Si quieres un amor sano, sé tú el amor sano y equilibrado.
“El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es”.
Jorge Bucay