Florecer tras la tormenta

 

Las cosas que me quiero llevar

 

“Si de la vida nos llevamos solo lo vivido, yo me quiero llevar los abrazos que rearman, los que sostienen cuando sientes que te desmoronas, los que dan paz.
Las salidas con amigas, las charlas interminables, los consejos que no escuchamos, las locuras compartidas, el bailar hasta las tantas y el volver con los zapatos en las manos.
Los te quiero a escondidas y los gritados a todo pulmón...también los susurrados y los callados.
Un muestrario de emociones, las risas hasta las lágrimas y las lágrimas que terminan en risa, las rabias expresadas y las decepciones guardadas, los riesgos asumidos y los miedos derrotados.
Todas las experiencias vividas, las que disfruté y las que me dolieron, las caídas y los esfuerzos por levantarme, las veces que toqué el cielo y las que tocó morder el polvo. Todas las historias... las inolvidables y las olvidadas, las eternas y las fugaces.
Los afectos de mi gente, las vivencias compartidas, el amor desinteresado, el cariño inmenso de los míos que me han rescatado de naufragios.
Llevaré todo lo que pueda darme una vida sin economizar emociones ni sentimientos, lo bueno y lo malo, lo que hizo que valiera la pena vivirla sin arrepentimientos vanos”.
Créditos a su autor

Aprender algo importante

 

No desperdicies la vida

 

Bonitos sueños, hasta mañana.

 

Gran comienzo de semana, lindo lunes

Quizás hoy estás viviendo un infierno en tu vida. Quizás te engañaron, quizás tienes una enfermedad grave, quizás no tienes trabajo y las cuentas no paran de llegar. Quizás un divorcio, o una relación de pareja rutinaria, aburrida, o resignada. Y quizás te sientes morir por dentro, porque no encuentras la salida a tanto dolor. Pero quiero que sepas que Dios es Dios de toda consolación. Él te puede sanar de la traición, del abandono, del dolor. 
Dios puede sanar tu corazón y darte paz. Busca a Dios. Y Él dará descanso a tu alma.

El único dueño de mi corazón