Propósito para este año

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Aún duele

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Aún sigue doliendo. Aún existe un pellizco en el estómago cuando recuerdo. Cuando echo la vista atrás. Aún sigue habiendo rabia al pensar que no volverás. Que no pudimos parar el tiempo. Que ya no más. Aún sigue cayendo una lágrima al mirar fotos. Se siguen poniendo los pelos de punta al transportarnos a todos y cada uno de los momentos vividos. Aún sigo recordándote. A cada paso. A cada instante. Aún sigo mirando al cielo para contarte algo nuevo. Cualquier novedad. Cualquier sueño cumplido. Como siempre. Aún sigue estando la cicatriz un poco abierta, y escuece cuando se toca. Aún hace falta tiempo, más tiempo. Tiempo para conseguir sonreír de verdad sin que duela. Aún llueve. Créeme que llueve. Con relámpagos. Y en los momentos más especiales. No falla. No fallas. Aún hay miedo. Aún se ve tu huella. Lo que dejaste. Lo que siempre quedará. 

Aún sigue doliendo, pero sabiendo que aún no te has ido. Y que nunca lo harás... 

Aprender a estar solos

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Vivir para mi

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El tiempo es tu mejor aliado

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Ya es momento de quitar tu mirada
del pasado, dejar de esperar esa
llamada y ese mensaje, ya no tienes
que estar pendiente de algo que te
fallo y que volverá a pasar.
No sigas donde la vida te está mostrando
que tienes que seguir que no tienes
que mendigar un poco de cariño a
medias un poco de falso amor.
La vida te dice ve y vuela alto donde
puedas ser feliz donde no prestes
atención a lo que te apaga.
Dios llenará ese corazón, basta con
dejar esa carga en sus manos y dar
un paso adelante, y si sientes que
no puedes mira las estrellas como
brillan con luz propia. Tranquila que
en esta lucha no estás sola, el que
cuida de ti y no duerme por verte bien
te ayudará a sanar a lograr alcanzar tus
sueños. Tranquila que siempre saldrá
el sol en tus días y en tus noches veras
mis textos dándote un empujoncito,
un cariñito a tu Alma y un abrazo de
esperanza, ya no sufras y avanza.
El tiempo es tu mejor aliado,
no te distraigas. 

Buenos días

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Pronto llegará el día en que por fin verás que todo valió la pena. Cada noche sin dormir, cada decepción, cada frustración, cada lágrima. Pronto verás que todo resultó bien, que eres muy feliz y que el esfuerzo rindió. Recuerda que nada llega sin haber peleado antes, y que nada sucede si no le pones ganas. Sigue así, no te rindas.

Jesús nos da fuerzas

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