google.com, pub-5586298736741103, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Sueños de Amor Y Magia

lunes, 28 de febrero de 2022

Exceso de empatía


 

Sé que mucha gente me aprecia


 

Me enamoré de quien no debía ni me merecía

 


Sí... soy aquella que se enamoró de quien no debía, de quien no me merecía, intenté negar este amor, arrancármelo y entregártelo para que terminaras de destruirlo, quise alejarme de ti me propuse:

-Olvidarte, olvidarte, OLVIDARTE...
Era tan fácil decirlo, repetirlo, creerlo, pero no así vivirlo y hacerlo realidad.
 Debí soportar tus defectos, tu falta de compromiso, tu amor sin base, que era llevado como una pluma al viento en busca de nuevos brazos en donde sentirte cobijado.
Sufrí tus ausencias, esperé por ti días, semanas contadas y odiadas hora tras hora.
Hasta que volvías y yo... ahí sí olvidaba todo, perdonaba todo, qué tipo amor era ese, que me tenía como una marioneta ante tus deseos.
Fuiste un maestro, usaste a tu favor la forma en que te miraba y lo mucho que me gustabas. Me conquistaste como solo tú sabes hacerlo, necesitaba tanto todo lo que tú me diste que, aun dudando me entregué, asumiendo mi responsabilidad y creyendo que llegado el momento podría retirarme intacta, sin daños.
Que ilusa, cuando intenté huir no pude hacerlo porque ya te amaba, te amaba con un amor inigualable, con un amor que poco a poco me llevaba a mi destrucción, pero qué importaba, qué más daba, no podía sentir más de lo que ya sentía por ti.
Te amaba a ti y me odiaba a mí por permitirme ser quien siempre te esperaba, quien sabía de tus aventuras y así te aceptaba.
Me convertí para ti en un lugar a donde regresar cuando no había más opción, te abrazaba y mientras te besaba con dolor, con rabia, con amor, en mi mente te maldecía y repetía debo OLVIDARTE.
Viví el duelo de perderte cada vez que me abandonaste, sabía que un día, algún día sería yo quien me alejaría.
Luchaba entre lo que debía hacer y no quería, no imaginaba mi vida sin ti, sin tu «amor», sin nuestros encuentros, no quería poner fin a lo que me hacía sufrir, no quería dejar de ver tus ojos, oír tus palabras, aunque estuvieran cargadas de engaños y mentiras, no quería...
Me sentía como una adicta dependiente de ti, ansiosa de una dosis de tu ser.
Me hundía, caía y me perdía, no podía seguir así, no lo merecía.
Un día volviste y me sorprendí...
 -no por tu regreso- 
Me sorprendí porque al mirarte no te encontré, al besarte no vibré, y al entregarme a ti no sentí que vivía.
Había llegado el momento, lo comprendí, y no supe cuando pasó, tal vez en esas noches de angustias y lágrimas el amor murió de descuido y decepción.
Me fui... se acabó, ya no lo quería y en tu cuerpo dejé enterrado todo mi gran amor.
Merylú.

Hermosa mañana


 Señor Dios nuestro, venimos a tu presencia. Escucha nuestras oraciones, te lo suplicamos. Hágase tu voluntad entre nosotros; 
hágase tu voluntad para cada uno de nosotros individualmente, y para nuestro tiempo. Deja que todo vaya según tu voluntad, 
incluso si el camino pasa por la tribulación, el miedo y la necesidad. Porque al final tu meta será alcanzada. Al final cumplirás tu propósito, 
y llegará tu reino. Tu reino vendrá en honor de tu nombre y para la redención de todas las personas que aún sufren en la tierra. 
Que tu Palabra nos traiga bendición. Que sigamos adelante gozosamente en la paciencia de Jesucristo hasta que los tiempos cambien,
 hasta que amanezca un nuevo día y podamos ver tu gloria y tu paz. Amén.

domingo, 27 de febrero de 2022

Nadie me verá tan perfecta hasta la hora de mi muerte.

 


Nadie me verá tan perfecta hasta la hora de mi muerte. Ahí seré la mujer ejemplar, la mejor, la buena amiga, seré la mujer que amó como pocas. Seré la mujer entregada en exceso, la que reía en las tragedias para no romperse más. Cuando muera todos dirán que fui una mujer a la que valió la pena conocer, de ojos brillantes, de mente inquieta, de manos suaves y repleta de caricias para dar. 
¿Por qué no lo ven ahora que estoy viva? 
Porque no me lloran justo ahora que puedo recibir un perdón a tiempo, aún puedo contemplar el rostro de quién arrepentido está por un día herir mis emociones. ¿Por qué no hablan de mí ahora que puedo escuchar sus palabras para que me reparen más?
Estoy enferma por días y no me visitan, no me buscan. Sí supieran que he muerto harían hasta un epitafio en todos los muros con mi nombre, divulgarán que alguna vez me abrazaron. Sentirán nostalgia de no volver a ver mis gestos, querrán correr a verme dejando aún lado el orgullo necio, añorando tiempo para por fin verme, quitando el castigo que según merezco con su indiferencia. Querrán levantar mi cuerpo y hacerme estremecer. 
Estaré quieta como nunca me tuvieron, andaré danzando en otro plano, estaré ausente de todos, no podrán escucharme cantar, recitar, no volverán a escuchar de mi boca un te quiero.
Justo Ahorita estoy en una reconstrucción que nadie comprende, estoy luchando con mi mente, deberían de llamarme, de contarme que admiran de mí, deberían citarme para beber café, para brindar con vino. Estaría maravilloso un mensaje de quien extraño, deberían hablar de mí y de todas las veces que soltaron una carcajada.  Estoy sanando cosas y tantos pasados, estoy limpiando mi alma de los amores que me hicieron creer que sus sobras eran cariño. 
Estoy soñando que llegan, que no se van y se van que sea en paz, en vida. Estoy esperando que me demuestres cuanto es que me quieres.
Yika

Señor aligera la mente

 



Linda noche hasta mañana


 De tanto darle tiempo al tiempo,
se nos va la vida.

Entrada destacada

El milagro de existir

+-