Gracias Mamá Te Amo

 

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Madre las 24 horas

 

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Te extraño Mamá

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LAS MANOS DE MI MADRE .

 

LAS MANOS DE MI MADRE .- 

El otro día me quedé mirando fijo las manos de mi madre. Ella estaba tendida sobre la cama, descansando un rato, y no se percató de mi entrada furtiva a su alcoba. La miré de pies a cabeza, pero sus manos me llamaron mucho la atención.

Las manos de mi Madre están arrugadas. Sus venas se ven abultadas y gruesas líneas de piel, como cordoncillos, dispersos, se cruzan entre sí. De primera intención sus manos me parecieron feas, pero me puse a meditar en lo que esas manos significaban para mí, y al mirarlas de nuevo las vi hermosas, dignas, fuertes, como envueltas en una luz diamantina.

Esas manos fueron tiernas y débiles un día; luego fueron creciendo y cobraron fuerzas, y se hicieron bonitas.

Pero el peso de los años y el sello del trabajo las envejecieron y arrugaron. Ahora son manos de una mujer madura; noble que se ha ido doblegando ante los ímpetus de la vida. Yo amo esas manos. Ellas se abrieron para cargarme cuando apenas yo era un bultito de carne y huesos. Siempre estuvieron solícitas para guiar mis pasos trémulos en mi niñez, inciertos en mi juventud y aún no siempre firmes en mi madurez.

Esas manos prepararon con amor sin igual los alimentos que me dieron vida. Más de una vez apretaron la vara para castigarme por alguna falta cometida. Fueron manos constructoras, que tenían el encanto de transmitir amistad e inyectar estímulo. Por los dedos de esas manos se derrama la luz de un corazón amante, o fueron como hilos dorados que se entretejieron a mi alrededor para darme protección.

En el hogar esas manos se mantuvieron ocupadas haciendo mil cosas, siempre abiertas para hacer el bien. Ahora son manos temblorosas, arrugadas y sin mucha fuerza. Pero no han dejado de ser una inspiración para mí, porque ellas todavía se estiran para abrirle la puerta al hijo que vuelve a la casa.

Para sostener la taza de café con que me obsequia durante mis visitas o para saludar a cuantos se acercan a ella. En la tela de la historia, las manos de las madres han hecho mucha labor. Antes de salir del cuarto, yo me incliné y besé las manos, las bellas manos de mi dulce Madre.

Y tú, ¿te has detenido a contemplar las manos de tu Madre? Ámala, dale el amor que necesita ahora que la tienes, recuerda que el pasado está muerto, el presente es ahorita, pero el futuro no existe.

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Si supiéramos.

 

Si supiéramos el día que nos tocará dejar la vida hiciéramos algo que no hacemos y es vivir sin afanes, nos dedicaríamos a conocer nuevos lugares a recorrer el mundo si es preciso, a disfrutar cada minuto de nuestra vida, 
pasaríamos tiempo de calidad con los que amamos e hiciéramos todo lo posible por haber cumplido cada sueño, 
estoy segura que nos iríamos satisfechos por haber disfrutado la vida como realmente se debe vivir.
Pero el razonamiento del ser humano es tan limitado o egocéntrico que siempre deja de vivir por afanes asumiendo que llegará a viejo, 
deja de disfrutar a la familia por compromisos laborales dónde al final del día eso no lo hace indispensable, 
deja de conocer por no gastar dinero que quizá al siguiente día no le sirva para disfrutarlo sino para cubrir gastos de su entierro o el de alguien
 a qué no le dedicó tiempo por estar haciendo dicho dinero.
Si supiéramos el día de nuestra muerte hubiera más unidad, menos avaricia, menos materialismo y mejores personas en el mundo y así 
el día de nuestra muerte solo sería el día en que nos tuviéramos que despedir de un gran mundo que nos hizo feliz.

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Te amo más que nunca madre de mi corazón

 

Te amo más que nunca madre de mi corazón 
Hoy celebro el vínculo más poderoso, ese que se asemeja al amor y protección de Dios; celebro este día que mundialmente escogieron para homenajear a las madres pero entendiendo que tus días son todos los días. 
Las miles de gracias no bastarán para demostrar todo lo que me has dado, lo sé, el tiempo no alcanza para describir tu inagotable amor hacia mi, me quedo sin palabras ante tu valentía, desprendimiento y cariño, sólo siento deseos de decirte GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por tanto MADRE. 
Gracias por ese talento para intuir mis sufrimientos y alegrías, por las llamadas repentinas que llegaron justo a tiempo, gracias por insistir en tus oraciones por mi sin rendirte y cubrirme a diario con tu bendición.
Gracias por todas las veces que con un abrazo me has curado el corazón, por ser mi mayor y más inquebrantable apoyo. Por asumir con alegría el rol más complejo de la vida "la maternidad", por seguir haciéndome merecedora de toda tu paciencia y bondad; pero además por enseñarme a ser madre también.
Orgullo de ser parte de ti, de que Dios nos eligiera para ser madre e hija, de tener tu amor incalculable y aunque no lo veas cada palabra, cada consejo, cada gesto tuyo que anhela reciprocidad se expande con fuerza dentro de mi. 
Gracias por esperarme paciente en la otra orilla de ese río inmenso de inmadurez, del que adolece, ahora con tu amor e infinita sapiencia tenemos la oportunidad de mirar juntas la vida en horizontal y en esta etapa te amo más que nunca.
Feliz día madre querida
Autor:Solinor Uvac 

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Que te quieran bien

 

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