Como han pasado los años, y ya tengo 50 y tantos años, me miro en el espejo y veo a una mujer madura en la plenitud de su vida, que cree que los años solo son número.
Llegó el otoño a mi vida y el tiempo va desgastando la envoltura, y aquí sigo de pie, disfrutando con el corazón, y contemplado la belleza que hay a mi alrededor que antes no las veía.
No, no necesito de grandes cosas para ser feliz, solo una vida cómoda.
Entendí que para ser feliz sólo necesito un plato, para disfrutar los maravillosos manjares de la vida, una taza, porque me encanta el café caliente por las mañanas y una cuchara para saborear lo dulce, salado y sin sabores de la vida.
Me conformo con un sitio donde me sienta cómoda, unos buenos libros, alguna canción que me lleguen al alma y mi teléfono para compartir con ustedes y decir cada mañana:
Autor: Jovy Medina.