Bendito y alabado seas, Señor de mi corazón, que el descanso que voy a recibir en esta noche sea custodiado por tus ángeles.
Te pido que la Paz de Tú presencia me haga estar sereno durante la noche, que mi corazón no tenga miedo, porque contigo a mi lado no temeré, sé que caminando en Ti mi pie no vacilará y aunque pase por cañadas peligrosas,
por valles tenebrosos, tu vara y tu cayado me guiarán y tu brazo me sostendrá.