Existen esos hombres, que tomaron como suyos hijos que no eran de su sangre, que eran de otros hombres que decidieron no quedarse para verlos crecer.
Hombres que defendieron y cubrieron a una mujer abandonada.
Hombres que en secreto pactaron con la mujer que amaban que ese bebé sería suyo por elección del corazón...
Hombres que dominaron el ego y eligieron como destino, el amor.
Hombres que han cuidado, alimentado, sostenido a sus hijos del corazón sin ninguna diferencia; que aman profundamente, que apoyan e impulsan.
Hombres que han aceptado a mujeres con más de un hijo, conozco algunos
valientes que han decidido amar a la mujer
y no conciben amarla sin amar a cada uno de sus hijos, sin tomarlos como suyos.
Hombres que trabajan, se esfuerzan, proveen, respetan, juegan, caminan, sonríen con estos hijos; que para que le llamaran papá tuvieron que ganarse su lugar,
o quizás jamás les han llamado papá, aunque lo han hecho un silencioso gesto de amor.
¡Si también existen esos hombres!
Benditos sean
Bendita su luz
Bendito su amor
Que los hijos del corazón
Les llenen de gratitud y amor
Benditos sean todos esos hombres admirables.
Los Papás de corazón.