Una madre responsable sabe que papá siempre será papá, y que a ella no le corresponde dañar o romper ese vínculo.
Y mucho menos envenenar las emociones de un niño o niña que no tiene la culpa de lo que sucede en el mundo adulto.
Que no tiene la culpa de tus decisiones.
Ni de tus fracasos.
Una madre responsable sabe que papá siempre será papá, aunque nunca haya estado.
Aunque sea un patán.
Aunque su manejo personal sea un desastre.
Aunque sea un irresponsable.
Aunque nunca le haya interesado criar.
Una madre responsable respeta las emociones de su hijo o hija.
Y sabe que la vida se encarga de mostrar la verdad.
Que crecerán y agradecerán ese respeto a la otra persona, aunque no lo merezca.
Una madre responsable sabe responder con la verdad cuando le preguntan.
Sin odio.
Sin exageraciones.
Porque desde la calma se habla lindo.
Porque sabe que el bienestar emocional sube en escalera y baja en ascensor.
Y que nuestro trabajo es buscar la manera de sanar para criar sin rencores.
Porque es de la única manera que educamos para la paz.
Esa que tanta falta le hace al mundo… Por favor.
-CREDITOS A QUIEN CORRESPONDA