Aunque la vida a veces no me sonría

 

Aunque me dijeron que era imposible, lo intenté y lo hice posible porque sabía que nada podía perder.
Aunque mis días estuvieron grises, logre estar despierta para poder ver la luz del sol.
Aunque me endeude y lo perdí todo, fue ahí donde aprendí que la fe verdadera se vive en la aflicción.
Aunque seres que amaba me dieron la espalda cuando los necesité, aprendí que el auxilio muchas veces llega de quien menos te imaginas.
Aunque me movía por las pasiones, aprendí que tengo que aprender a esperar y que una mujer que no se controla a sí misma nunca controlara su destino.
Aunque esperaba a que todo cambiara, aprendí que debo esperar, pero también actuar porque los cambios son parte de los actos.
¡Aunque muchas veces no me quise despertar, aprendí que un nuevo día es un nuevo comienzo y que cada día trae consigo una nueva oportunidad!
Aunque mi sinceridad me dejo muchas veces sin amigos, Aprendí que debo callar y que tristemente la mayoría de las veces la gente solo escucha lo que quiere escuchar.
Aunque muchas veces juzgue por las circunstancias, aprendí que el único con derecho a juzgar es Dios y que de la misma forma que juzgo seré juzgada, Aunque en muchas ocasiones he sido un mal ejemplo, Aprendí que si pongo de mi parte así sea un poquito, ese poquito se verá reflejado en la vida de los demás.
Aunque la vida a veces no me sonría, aprendí que yo le sonreiré a la vida porque en este mundo con tantos problemas alguien tiene que hacerlo...
 muchas bendiciones