El mejor momento de tu vida siempre es ahora. El ayer ya ocurrió y el futuro aún no existe, así que toma aire, respira y abre esa mirada situada justo en el centro de tu corazón. Regálate tiempo para amar y amarte como mereces, tiempo para pensar y sentir la caricia tibia de este presente que ya nunca más volverá a repetirse.
Buenos días.