El otro día escuché a alguien que dijo: “Ojalá no seamos menos el año que viene”.
Y sí. Ojalá.
Ojalá las mesas sigan estando llenas, sin tener que reducir espacio. Ojalá no sobren cubiertos y tengamos que hacer un poco de Tetris para entrar todos. Ojalá sigamos necesitando toda una semana para hacer tanta comida.
Ojalá el año que viene no haya ningún hueco vacío y seamos el mismo número, o uno más alto. Ojalá siempre haya sonrisas de más, y no de menos.
Sí, ojalá.
Pero yo, este año, sigo diciendo: “Ojalá fuésemos uno más”.
Y sí. Ojalá.
Ojalá las mesas sigan estando llenas, sin tener que reducir espacio. Ojalá no sobren cubiertos y tengamos que hacer un poco de Tetris para entrar todos. Ojalá sigamos necesitando toda una semana para hacer tanta comida.
Ojalá el año que viene no haya ningún hueco vacío y seamos el mismo número, o uno más alto. Ojalá siempre haya sonrisas de más, y no de menos.
Sí, ojalá.
Pero yo, este año, sigo diciendo: “Ojalá fuésemos uno más”.