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lunes, 19 de diciembre de 2022

CARTA DE UNA MUJER HONESTA A UN HOMBRE TERCO

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CARTA DE UNA MUJER HONESTA A UN HOMBRE TERCO
Ustedes los hombres son algo complicados. Y no lo digo porque piensen demasiadas cosas al mismo tiempo como nosotras sino porque se enfrascan en complicar lo sencillo.
No sé cómo explicarte que no quiero tu dinero. Mi familia me enseñó a ganármelo. A veces bromeo o comparto memes de que quiero un sugar daddy pero eso se debe a que tengo esta cosita... ¿Cómo se llama? Sentido del humor.
No quiero que pagues todas las cuentas, esas las compartimos; no quiero que me resuelvas la vida, de esa me encargo yo. Sólo escúchame cuando tenga que contarte algo importante.
La verdad es que hay días donde tengo que poner mi mente en orden y la mejor forma de solucionarlo es aclarando mis ideas al hablar con alguien. Sólo escúchame y quiéreme. No pido más.
No quiero que seas el mejor, pero te ayudaré a ser la mejor versión de ti mismo si es que así lo quieres. Yo tampoco soy perfecta así que si hay algo que crees que tenga que mejorar, sólo dilo que tampoco soy adivina.
Y yo te escogí a ti. Quizás no conoces a las mujeres, pero cuando una mujer elige a un hombre es porque no hay nada más. No importa el físico, dinero o belleza de otros. Una mujer enamorada sólo tiene un hombre.
Deja de preocuparte tanto por el sexo. Ese es trauma de ustedes. ¿Qué te importa si has sido o no mi mejor sexo? Con el tiempo aprenderás mi cuerpo y mis reacciones mejor que ningún otro. Aprenderás como me gusta y cómo no. Lo demás es sólo prueba y error.
Ámame. Ámame mucho. Abrázame cuando sienta que no puedo. Recíbeme con los brazos abiertos y los oídos atentos. Préstame tu pecho de almohada y tus brazos para los días fríos. Dame vueltas. Bésame la frente cuando no lo pida. 
Ámame, eso pido. Ámame y no te vayas, que no muerdo. Y si muerdo es porque me lo piden. No pido al hombre perfecto ni uno que solucione todo. Pido un compañero de vida.
Eso es todo. No te compliques. No te falta nada. 
Ustedes suelen ser tan tercos a veces y nosotras a veces tan pendejas.
Carlos Cortés